Drago, el cambiaformas dragón,
vive una tortura por las provocaciones de Enya.
Se ha empeñado en llevarlo a la cama,
manteniéndolo tanto excitado como colérico.
Su dragón se encuentra calcinando su cordura
queriendo dar rienda suelta a sus instintos más primarios.
La falta de control lo llevará a cometer errores
que buscará enmendar, mientras se hunde en la desesperación
y consigue dar con el asesino del rey de los vampiros.
La batalla interior que lucha, será tan sangrienta
como la guerra que se desatará.
Clanes y manadas tomarán partido, dispuestos a dejar
sangre, sudor y hasta el último aliento en el campo de batalla.
Prólogo
Si bien el mundo se ha perdido de un enigmático e inigualable ser desde mi muy lamentable deceso, han surgido decenas de interesantes acontecimientos.
Los felinos liberaron una guerra de voluntades, mientras una enorme pena ensombreció el corazón de mi primogénito al perder a la que vio como una madre.
El dolor lo llevó a cometer una de las más grandes imprudencias de un luliefth; permanecer a la intemperie con el maldito amanecer pisándole los talones. Afortunadamente, mis guerreros pendientes de cuidarle los estúpidos colmillos, hicieron todo lo posible para que no terminara carbonizado frente a sus ojos, obligando a Drago a mostrar su verdadera naturaleza, dejando estupefactos a todos los habitantes del castillo.
Un día, preso del autodesprecio, Drago logró encadenar a su animal interior, aunque nunca consiguió dominarlo, padeció una tortura día a día para mantenerlo cautivo.
Ahora, la Bestia finalmente liberó al majestuoso dragón que bramaba por extender sus poderosas alas, conquistar el firmamento y escupir llamaradas a quien se interpusiera en su camino.
Los felinos finalmente se quitaron las caretas… y las ropas.
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English
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Translated by Esther Wolburg
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